En lugar de quejarse, es mejor cambiar.
Hay un proverbio famoso en Occidente: Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. En el trabajo, en lugar de perder el tiempo quejándose, trabaja duro para cambiar el status quo. Ya sabes, quejarse no tiene ningún efecto en la realidad.
En lugar de quejarse, es mejor cambiar. En lugar de quejarse de que el puesto es demasiado bajo, es mejor mejorar sus habilidades; en lugar de quejarse de que el salario es demasiado bajo, es mejor trabajar duro para lograr el desempeño laboral, en lugar de quejarse de trabajar horas extras con demasiada frecuencia; es mejor mejorar la eficiencia del trabajo en lugar de quejarse de que la organización no proporciona una plataforma de desarrollo, es mejor construir su propia fuerza de competencia central...
Los quejosos prefieren quejarse antes que pensar en cómo cambiar la situación; entorno y su propia situación. Estas personas normalmente no hacen nada. En lugar de pensar en cómo mejorar su capacidad y eficiencia laboral, y en cómo hacer bien su trabajo, siempre piensan en cómo obtener algunos beneficios de su trabajo y cómo hacer que el ambiente de trabajo sea más cómodo. Su energía se centra en cómo ser exigente con su trabajo, por lo que al final es difícil lograr algo.
Una persona a la que le encanta quejarse es un "enano" en el pensamiento y un "enano" en la acción. Sus síntomas comunes son: estar lleno de quejas, quejas constantes, críticas feroces a los demás y a la organización y, a menudo, parecer frustrado e incompetente. No negamos que algunas de estas personas quedaron atrapadas en los bajíos por alguna razón, pero para sobrevivir tuvieron que entregarse a sí mismos. Como resultado, su vida o su trabajo son muy insatisfactorios: gradualmente desarrollan el mal hábito de hablar pero no hacer.
Hablar y quejarse en el trabajo es señal de incompetencia. De hecho, quejarse no puede cambiar el status quo; sólo empeorará la situación. Si quieres cambiar el status quo, tienes que trabajar duro y trabajar duro.
Hace mucho tiempo, hubo una inundación en un lugar. Las casas de un pueblo de montaña fueron arrasadas y los campos quedaron inundados. Los residentes estaban preocupados por su vida futura y se quejaban de que Dios no les daría una manera de sobrevivir.