¿Qué cualidades debe poseer un excelente RR.HH.?
(1) Tenga calma, pero. no indeciso.
Los excelentes gerentes tienen las características de la calma. Son buenos para considerar múltiples aspectos de las cosas o de las partes interesadas involucradas en el problema, y no son propensos a actuar impulsivamente.
Los buenos directivos son tranquilos pero no indecisos. A menudo toman decisiones decisivas o aclaran sus opiniones después de una cuidadosa consideración.
Los directivos con este rasgo suelen ser capaces de manejar las cosas o los problemas adecuadamente y ayudar a formar buenas relaciones interpersonales.
(2) Hacer las cosas en serio, pero no buscar la “perfección” en todo.
Los buenos directivos saben que la investigación empresarial y la científica son diferentes. La investigación científica se centra en la búsqueda del rigor y la excelencia; los negocios se centran en la búsqueda de la eficiencia y la relación insumo-producto.
Los directivos excelentes son muy cuidadosos en lo que hacen, pero también saben muy bien qué debe ser “perfecto” (perfecto) y qué es “casi suficiente” (cumplir estándares básicos).
Los gerentes con este rasgo a menudo pueden "hacer las cosas bien" y crear valor más fácilmente que la gente común.
(3) Presta atención a los detalles, pero no te ciñas a los detalles.
Los gerentes excelentes son buenos prestando atención a los detalles de las cosas y observando a las personas y las cosas que los rodean. Son buenos para captar el meollo del problema y "cortarlo" de raíz.
Aunque los buenos gerentes son buenos prestando atención a los detalles, no se obsesionan demasiado con los detalles, ni se preocupan por los errores o equivocaciones de otras personas.
Los directivos con esta característica muchas veces pueden reducir en gran medida la aparición de "problemas" y su trabajo de gestión diario será ordenado.
(4) Organizar el trabajo mediante negociación y rara vez dar órdenes.
Los directivos no son “supervisores” que dan órdenes. Un gerente que permite a sus subordinados "seguirlos" activamente confía en su encanto y liderazgo personal, no en sus "derechos".
Los gerentes excelentes rara vez dan órdenes a sus subordinados. A menudo organizan y asignan el trabajo mediante discusiones con sus subordinados.
Los gerentes con este rasgo a menudo pueden hacer que sus subordinados completen "voluntariamente" las tareas asignadas. Dichos gerentes a menudo pueden crear una atmósfera de equipo armoniosa y unida.
(5) Preocuparse por los subordinados y saber valorar y cuidar los talentos.
Los directivos excelentes respetan y cuidan a sus subordinados. A menudo consideran a sus colegas como "hermanos" y saben apreciar y cuidar a los "camaradas" que viven con ellos día y noche.
Los directivos con estas características suelen hacer que sus subordinados se sientan como en casa, lo que los hace más activos, proactivos y sin arrepentimientos.
(6) Ser tolerante y paciente con los demás.
Los gerentes excelentes son de mente abierta, tolerantes y pacientes. Son buenos para preocuparse por las dificultades y los intereses de los demás, y son buenos para "cavar espinas para plantar rosas".
Los gerentes con esta característica tienden a formar buenas relaciones interpersonales y a menudo reciben el apoyo y la ayuda más sinceros de los demás cuando es necesario.
(7) Sé estricto contigo mismo y persuade a los demás con acciones.
Los buenos administradores no se permitirán ser independientes de diversas reglas y regulaciones. A menudo predican con el ejemplo y utilizan sus acciones prácticas para influir e impulsar a las personas que los rodean.
Los directivos con esta característica suelen ser “rectos y rectos, y hacen las cosas sin órdenes”.
(8) Aparentemente erguido.
Los gerentes excelentes son honestos y dignos de confianza. A menudo tratan a los demás por igual y hacen las cosas de manera justa. No hay ninguna operación detrás de escena; no "esparciré fruta confitada" delante de la cara de nadie ni "apuñalaré un cuchillo por la espalda".
Los directivos con este rasgo suelen hacer que las personas se sientan "seguras" y se ganen la plena confianza de los demás.
(9) Sea modesto, cauteloso y bueno aprendiendo.
Los gerentes excelentes no utilizarán sus conocimientos y habilidades existentes como capital de gestión. A menudo son modestos y cautelosos y están dispuestos a aprender de sus superiores, colegas y subordinados.
Los directivos con esta característica suelen ser muy capaces y pueden mejorar continuamente sus capacidades.
(10) No satisfechos con el status quo, pero tampoco divorciados de la realidad.
Convertirse en un excelente gestor de recursos humanos debe ser uno de los objetivos que persigan nuestros directivos. Te deseo algo mejor.