Colección de citas famosas - Consulta de diccionarios - El poema completo "El Fénix con cabeza de horquilla".

El poema completo "El Fénix con cabeza de horquilla".

Fuente: "The Hairpin Phoenix" (Lu You) Manos rojas y crujientes, vino amarillo, sauces primaverales por toda la ciudad. Dongfeng Xie, que estaba de mal humor, había estado melancólico durante los últimos años. ¡No, no, no! La primavera es la misma de siempre, la gente es escasa y las lágrimas son rojas y tristes. Las flores de durazno están cayendo, el pabellón está inactivo y, aunque la alianza montañosa está ahí, es difícil sostener el libro. ¡Mo, mo, mo!

Autor: Lu You (1125-1210), con el nombre de cortesía Guanwu y el sobrenombre de Weng. Nacionalidad Han, procedente de Yinshan Yuezhou (ahora Shaoxing, Zhejiang). Poeta de la dinastía Song del Sur. Cuando era adolescente, estuvo influenciado por las ideas patrióticas de su familia. Cuando Gaozong era un adolescente, debería intentar hacer esto, lo cual fue apreciado por Qin Hui. Una piedad filial y un erudito. Entró en Shu en la mediana edad y se dedicó a la vida militar. Fue designado para la construcción del Pabellón Baozhang. En sus últimos años se retiró a su ciudad natal, pero su determinación de recuperar las Llanuras Centrales se mantuvo sin cambios. Escribió muchos poemas, incluidos más de 9.000 poemas, que son extremadamente ricos en contenido. Expresa ambiciones políticas y refleja los sufrimientos del pueblo, y también es una obra novedosa que describe la vida cotidiana.

Apreciación: Manos rojas y crujientes, sosteniendo una copa llena de vino de arroz. El paisaje primaveral se extiende por toda la ciudad, pero estás tan lejos como los sauces verdes de la muralla del palacio. La brisa primaveral es tan odiosa y la alegría se desvanece tan finamente. Una copa de vino llena es como un estado de ánimo triste y la vida después de unos años de ausencia es sombría. ¡No, no, no! El paisaje primaveral sigue siendo brillante, pero la gente ha perdido peso en vano. Las lágrimas lavaron el colorete de su rostro y empaparon todos los finos pañuelos de seda. Las flores primaverales de durazno caen sobre los estanques y pabellones tranquilos y vacíos. Los votos de amor eterno siguen ahí, pero la carta de brocado ya no se puede entregar. ¡Mo, mo, mo!