Un clásico budista que debes leer durante toda tu vida.
2. Las personas nacen solas, no esperes depender de nadie, ni siquiera de quien amas. Cuanto más ruidoso se vuelve, más solitario se vuelve. Sólo cuando tu vida esté llena de práctica podrás estar tan tranquilo como el agua en la soledad y estar sano y salvo en medio del caos.
3.Cuánto hemos visto año tras año, cuánto hemos dejado ir día tras día, cuánto hemos ganado por las buenas o por las malas, cuánto hemos perdido por tener cuidado, cuánto. nos hemos preocupado, cuánto hemos acumulado rencores, cuánto hemos sido codiciosos y hecho mal, cuánto hemos vivido, cuánto disfrutaste cuando estabas vivo, cuánto nos quitaste al morir.
No hay verdadera desesperación en la vida. Los árboles dejan caer sus hojas caídas en otoño, lo que entristece el corazón, pero durante todo el invierno, el corazón acumula fuerza en paz. La primavera está aquí, la juventud sigue ahí. Mientras la vida esté en la palma de tu mano, no hay desesperación en la vida. El éxito o el fracaso momentáneo es sólo una vida de resfriados menores. Cuando el corazón esté cansado, déjalo descansar. La reparación del alma es la esperanza de que la vida nunca se secará.
5. Lo que parece ser el acontecimiento más accidental está lleno del sabor del destino. Lo que te hace parar es para hoy y para mañana, e incluso durante mucho tiempo en el futuro, para que lo que realmente te pertenece, eventualmente te pertenezca. A veces, lo que crees que es tu destino es en realidad sólo una transición; lo que crees que es una transición, en realidad es tu hogar;
6. No importa quién te lastimó en la vida, lo que importa es si puedes resolver tu enfado lo antes posible. Perdona, olvida o guarda silencio. La mente está en paz, por lo que no hay necesidad de mirar hacia afuera. Practica en el corazón, ni la avaricia ni la ira.