¿Cómo se pronuncia el pinyin de themis?
Themis (θ ε μ ι?/Themis, "ley") es un símbolo de la ley y la justicia. Es hija de Urano, uno de los doce Titanes. Como tía de Zeus y segunda esposa [1] (después de Metis), ella y Zeus dieron a luz a Xiangran (la tercera diosa de la secuencia) y Molière (la tercera diosa del destino).
Historias sobre Themis:
1. El parche en el ojo de la Diosa de la Justicia
La característica más importante de la imagen de Themis es el parche en su rostro. Cuenta la leyenda que un día, los dioses del cielo estaban enfrentados y el mundo estaba al borde del desastre. Nadie se atrevió a presentarse para mediar y arbitrar. Las personas de sangre caliente se dejan seducir fácilmente por las hadas, pero las personas sofisticadas no se atreven a hablar sobre el poder. He buscado por todas partes y no encuentro a nadie adecuado.
Finalmente, una diosa vestida con una túnica blanca y una corona dorada se paró junto al Emperador del Cielo, sacó una toalla, se la ató a los ojos y dijo en voz alta: "¡Ya voy!" Los dioses lo vieron, no tuvieron más remedio que asentir con la cabeza: dado que tiene los ojos vendados y no puede ver los rostros ni las identidades de los contendientes, no puede ser seducida y no tiene que temer al poder. Vendarse los ojos no es ceguera, sino autocontrol, un gesto de elección deliberada. Esta alusión dio lugar al dicho: "El procedimiento es la venda de la justicia". Esta frase se ha incluido en el diccionario jurídico como lema y se cita con frecuencia. Y esta diosa que dio un paso adelante en el momento crítico fue Temis, a quien las generaciones posteriores llamaron respetuosamente la diosa de la justicia.
2. Estatua de la Diosa de la Justicia
Themis, la diosa de la justicia, tiene los ojos vendados para demostrar que es imparcial y desinteresada. No importa quién esté frente a ella, los tratará por igual. Su mano izquierda sostiene a Libra, que simboliza la equidad y la justicia absolutas y se utiliza para medir todas las injusticias del mundo. Sostiene una espada malvada en su mano derecha y la pone detrás de su espalda, simbolizando matar a todas las personas malvadas del mundo, castigar el mal y promover el bien. Pesar ante la espada significa que aunque aboga por la justicia, no aboga por asesinatos innecesarios. También significa que nadie puede matar a otros sin motivo en nombre de la justicia. Pisar una serpiente venenosa significa que todo mal nunca aparecerá frente a ella.