Ensayo de 200 palabras sobre el Patrimonio Cultural Mundial de China
Texto:
¿Los Guerreros y Caballos de Terracota fueron el primer emperador de China? ——¡Los guerreros y caballos de terracota de Qin Shihuang, conocidos como la "Octava Maravilla del Mundo"! Aunque la dinastía Han fue destruida por Liu Bang, los arqueólogos pueden restaurarla. Los guerreros y caballos de terracota actuales siguen siendo equivalentes a un gran ejército.
Vine a Xi ese verano. Tan pronto como entras por la puerta de la cueva de los Guerreros y Caballos de Terracota, una brisa fresca te golpea la cara, como si hubieras viajado a otro mundo. Uno puede imaginar cuánto dinero y trabajo se necesitó para construir tantas estatuas hace miles de años. Hubo un estallido de admiración en la tranquila cueva. Todos sacaron sus teléfonos móviles para tomar fotografías.
Los guerreros y caballos de terracota son muy realistas. Cada huella de la mano del sirviente se puede ver y contar. Cada sirviente tiene una expresión diferente. Algunas de las figuras tienen ojos enojados, probablemente porque fueron obligados a servir como soldados y no se atrevieron a hablar.
Algunas de las vicisitudes de la vida están llenas de tristeza, tal vez porque tienen miedo de morir en el campo de batalla y ya no poder cuidar de sus esposas e hijos. Algunas figuras tienen expresiones firmes, como si gritaran: "¡Déjame morir hoy!" Todas las figuras tienen rasgos tanto físicos como espirituales, y cada rostro refleja su rico y delicado mundo interior.
El guía turístico nos llevó nuevamente al otro lado. Había carros y caballos feroces por todas partes, llenos de poder. Todos los caballos mantenían la cabeza en alto y silbaban, como si cargaran junto con sus amos en el campo de batalla de gongs, tambores, espadas y pistolas.
Entre los caballos, hay un carruaje de lo más exquisito y lujoso, con dibujos y dragones tallados en él. El guía turístico dijo: Cuenta la leyenda que esto está preparado para el alma de Qin Shihuang, quien puede volar al palacio celestial después de la muerte. De repente sentí que había perturbado la solemnidad del gran emperador.
Hace miles de años, me maravillé de los logros de la humanidad y no pude calmarme durante mucho tiempo. Hasta el día de hoy sigo impresionado por mi visita de aquel día.