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Reflexiones sobre “no ser profesor”

Antes de las vacaciones de invierno, todos los maestros de nuestro jardín de infantes recibieron un libro educativo llamado "No seas maestro". Cuando recibí este libro por primera vez, mi primera pregunta fue: ¿Qué deberían hacer los profesores si no quieren ser profesores? En los últimos años, siempre me he considerado un maestro que enseña y educa a la gente. El autor de este libro, el Sr. Guan Jiangang, es un pensador que enseña sabiduría en la vida. Sus sabios pensamientos, vívidos ejemplos y lenguaje sencillo me inspiraron mucho. Sus palabras no son simples sermones, sino llenas de pensamientos y descubrimientos sobre la filosofía y el valor de la vida.

Aproveché mi tiempo libre durante las vacaciones de invierno para leerlo brevemente. Entre ellos, el "Capítulo 7: Sea un maestro afiliado" fue el que más me impresionó. Aunque existen conceptos como "sonreír hace que las personas estén seguras", "la educación sonríe en agradecimiento" y "la educación sonríe en la humanidad", las sonrisas de los maestros pueden brindar a los estudiantes una sensación de seguridad y protección espiritual. Como maestra de jardín de infantes, lo entiendo profundamente. Tomemos como ejemplo a los niños que acaban de llegar a la clase inferior. Dejaron a sus padres y abuelos familiares y llegaron a un ambiente extraño, conociendo a maestros y niños extraños. Estaban tan asustados que lloraron. En este momento, la sonrisa del profesor cobra especial importancia. Cuando los niños ven la sonrisa de la maestra, se sienten seguros, pierden gradualmente el miedo y se esfuerzan por adaptarse a la vida del jardín de infancia. El libro también dice: Por favor, haga un plan de sonrisa para usted, sonría a todos los estudiantes al menos tres veces al día y permita que los estudiantes sonrían en clase al menos una vez al día. Esto es educación. Los docentes deben educar a los alumnos con acciones y afrontar el aprendizaje y la vida con una sonrisa. Muestre una sonrisa sincera a los estudiantes varias veces al día y descubrirá que las clases siguen siendo las mismas y las tareas siguen siendo las mismas, pero los beneficios educativos han mejorado. En realidad, es algo muy simple.

"Don't Be a Teacher" mencionó que "la educación sonríe en agradecimiento". Hace mucho tiempo, los profesores de escuelas privadas descritos por grandes escritores eran todos profesores. Tienen una regla en sus manos y son estrictos y estrictos, independientemente de los sentimientos de los estudiantes y el efecto del entorno. De hecho, los profesores no comprenden que el amor y el aprecio de los profesores son la fuerza impulsora para una educación exitosa. Su propio estado de ánimo tiene una gran influencia en el estado de ánimo de los estudiantes, lo que puede afectar directamente el efecto de la enseñanza.

El aprecio y el respeto del maestro pueden iluminar el corazón de un niño. Innumerables casos de educación fallida nos dicen que cuanto más brutales sean los métodos educativos utilizados para los estudiantes de bajo rendimiento, más decepcionantes serán los resultados educativos. Para estos estudiantes, lo primero que debe hacer la educación es ayudarlos a encontrar sus propias fortalezas, respetarlos, apreciarlos, permitirles obtener información de los maestros sobre la confianza en sí mismos y la dignidad, y ayudarlos a encontrar su dignidad como seres humanos. Una educación basada en esto es una educación con una sonrisa, que los estudiantes gustan y anhelan. A muy pocos de nuestros estudiantes les gusta la escuela porque en la escuela reciben cursos aburridos y sus calificaciones son frías como el hierro. Por eso, es aún más necesario que los docentes aprecien las fortalezas de cada alumno y descubran su belleza. Intentaré ser un "apreciador".

Cada vez que un estudiante se porta mal y retrocede, quiero decirme a mí mismo: sé más comprensivo, culpa menos, sé más tolerante y menos exigente. Quiero amar a mis alumnos con el corazón, y lo que obtengo no son sólo tarjetas, sino también "buenos profesores"... y más, la alegría y satisfacción de ser profesor. En resumen, como docentes de la nueva era, la enseñanza ya no debería ser nuestro único estándar y la educación de talentos es nuestro objetivo más elevado. ¡Espero que nunca seamos maestros y que seamos verdaderamente buenos maestros en la nueva era! Después de leer "Don't Be a Teacher", este es un libro muy adecuado para profesores. Hay muchas palabras en él, lo que me permitió comprender mejor mis propias obras. ¡No quiero ser maestra, quiero ser educadora! No es sólo un sembrador de conocimientos que sigue las instrucciones, sino también una persona verdaderamente enérgica y reflexiva.